Los peeling son exfoliaciones químicas que se utilizan para mejorar el aspecto de la piel y algunas áreas corporales. Aplicando una solución química se origina que se descamen y desprenden capas superficiales de la piel, generando piel nueva, suave y lisa.
Este tratamiento se divide en tres: suave, medio y profundo. La aplicación y diagnóstico será con un médico profesional de la salud quién es la persona indicada para recomendar el tratamiento que necesite.
Los peelings pueden ser faciales o corporales. En la parte facial y corporal, el peeling suave y medio nos ayudará a reducir líneas finas causadas por daño solar o envejecimiento, mejorará cicatrices, reduciendo su profundidad (especialmente las causadas por acné), habrá una disminución de pigmento en manchas causadas por daño solar o paño, dando como resultado una piel uniforme, mejorando la textura, más suave, brillante, reluciente y uniforme.
En el área corporal, se podrá utilizar en brazos, piernas, pecho, abdomen. En estas áreas los Peelings podría estar concentrado, ya que la piel suele ser más gruesa. En estos casos se utilizan para suavizar la piel de rodillas y codos, igualar tonos en la piel y alisar la llamada piel de gallina (queratosis), tratar estrías, ayudando a que su aspecto mejore considerablemente.
Por último, los peelings profundos son utilizados para desvanecer líneas de expresión y cicatrices mucho más profundas, dando resultados visiblemente notorios, pero con un tiempo de recuperación más lento.
Durante el tratamiento se puede experimentar una leve sensación de ardor que dura algunos minutos, así como enrojecimiento de la piel con una descamación de células muertas. La piel se sentirá ligeramente más sensible al sol, por esta razón es importante que su médico le indique un buen protector solar que se aplicará todos los días junto con una crema hidratante.
Hay que tener en cuenta que no se puede aplicar este tipo de tratamientos si se está embarazada o a tomado algún tipo de medicamento.
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